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¿Es esta una rebelión de la clase media?


Puedo afirmar que mis huesos se han articulado en casi todas las manifestaciones de calle convocadas por la oposición desde que comenzó esta etapa. A pesar de las multitudes, son caras siempre similares. La Revolución nos ha segregado socialmente: “el pueblo” y “los oligarcas”.

¿Está “el pueblo” verdaderamente integrado a la lucha?

Más de uno de ustedes saltará para afirmar, -he visto gente que viene de La Vega, de Petare, de Caricuao, los cerros están bajando!!-

Lamento defraudarlos con mi opinión; eso, en general es mentira. Esta es una rebelión de la clase media.

Pero si es “el pueblo” el que más padece esta desgracia! Dirá más de uno. Sí, eso es correcto, pero también es cierto que su vulnerabilidad también se vería maximizada ante una eventual derrota del actual movimiento. Y eso se traduce en miedo.

No es un secreto que las comunidades más desfavorecidas son mas “gobiernodependientes”. Así lo ha diseñado la revolución, pues revolución sin pobres no es revolución. El CLAP, por ejemplo es un excelente ejemplo.

El gobierno está acallando con el chantaje y el miedo a los sectores mas vulnerables. A diferencia de otros ejemplos de la historia, como la caída de Pérez Jiménez, la revolución ha sido diseñada para intimidar a este sector social.

Pero la buena noticia es que este chantaje no está sostenido por cimientos sólidos. La mayor parte de “el pueblo” está consciente del chantaje y no apoyará la dictadura si es libre de expresarse sin coacción.

Mientras tanto, seguirá siendo la clase media la responsable de forzar los mecanismos para que “el pueblo” se exprese libremente como ocurrió en Diciembre de 2015, contra todo pronóstico.


La salida es pues, para mí, una sola.

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