La difícil relación Dios con Venezuela

Ante todo, pido a los creyentes indulgencia ante este improvisado ensayo.

Saben? en estos tiempos de indignación el oficio de la escritura es, para quien escribe, una especie de catarsis. No pretendo entonces inocular opiniones, sino expresarlas. 

Lo primero que debo decir es que siempre me ha parecido un misterio el proceso epistemologico mediante el cual, las personas creyentes en los procesos sobrenaturales dan gracias a los dioses por los favores recibidos cuando éstos son favorables, pero atribuyen a fenómenos mundanos o a nuestros pecados, las desgracias cuando ocurren. 

Porque si los dioses, como en el caso del Dios bíblico, son todopoderosos, no es explicable (al menos para mí limitado entendimiento) por que ellos actúan tan aleatoria e injustamente, permitiendo, en la mayoría de los casos, tanto dolor y sufrimiento. 

El Caso Venezuela es un buen ejemplo de lo que intento expresar. 

Hace poco escuchaba a un reconocido periodista terminar desde Miami su reporte sobre el fraude electoral, diciendo: "Ahora todo está en manos de dios. Por qué no ha actuado todavía, eso no lo se..."

Caramba!, pensé inmediatamente; el problema es que ese señor de la chiva que nos observa desde las alturas, tiene ya 25 años viendo como los venezolanos nos hemos portado, todo el estoicismo que hemos practicado, todos los sacrificios ofrendados, inclusive con la sangre de nuestros semejantes. Él es testigo de la miseria de niños inocentes, del dolor de familias escindidas, de tantos semejantes presos por solo emitir una opinión.

Yo estoy completamente seguro que si en estos momentos hubiéramos logrado la anhelada liberación, las redes sociales estarían pletóricas de alabanzas y agradecimientos a nuestros dioses, de loas al reino de los cielos que nos libró del sufrimiento. 

Pero como eso no ha ocurrido, ante los justos cuestionamientos de algunos ante esa inexplicable omisión, las respuestas vienen edulcoradas con comodines como:

"Los tiempos de dios son perfectos" (no me jodas!), o "Los caminos de dios son inexcrutables".

A mi me encantaría que algún lector más iluminado que yo (eso no es difícil de encontrar) me pudiera ayudar a entender esta enorme paradoja.

¿O será que los venezolanos no estamos dentro de las prioridades de nuestro ocupado creador?