La mujer delante de mí en la caja del supermercado paga, como la mayoría de las personas, con dólares. Pero los establecimientos no disponen de monedas y los billetes de baja denominación son escasos. "Le faltan 5.500 bolívares para llegar a veinte dólares", dice la cajera. "vaya busque un platano y una mandarina... ".
Lo que presencio no es una escena extraña y nadie se sonríe o molesta por el retraso que significa. Es más, probablemente, al pesar el plátano, faltarán o sobrarán bolívares para completar los veinte dólares, por lo que el proceso se reiterará hasta que el sobrante sea tan pequeño para que pueda ser transado con el valor de una bolsa plástica. Afuera, un dependiente acumula cambures (bananos) , mandarinas o galletas con una etiquetas con nombres : son las propinas de los empaquetadores, la falta de papel moneda (en bolívares) o monedas (en dólares) hace que un par de papas, un durazno o un cambur sean las propinas venezolanas.
Probablemente ningún extranjero me creería si le digo que puedes llenar el tanque de gasolina de tu vehículo entregándole al dependiente una cambur que el compadre aceptará gustoso, pues el cliente estará pagando unas mil (!) veces el precio oficial de los sesenta litros de combustible.
El fin (no oficial) del control de cambios que ocurrió en mayo de 2019 cambió por completo la economía venezolana. Pero la hiperinflacion estaba tan desbocada que acabó con el papel moneda en bolívares. A falta de una moneda confiable hizo su aparición, como por arte de magia, su majestad el dólar y el gobierno se hizo el loco. El famoso "dólar criminal" culpable de todos nuestros males se convirtió en el "mejor nuevo amigo" para el combate de la inflación y lo mejor de todo es que la historia está funcionando.
El gobierno se hace también la vista gorda ante la drástica disminución en recaudación de impuestos via IVA. Puesto que que la mayoría de las transacciones en dólares son "grises", es decir se hacen sin facturas, los dólares simplemente pasan de un bolsillo a otro y no van a para a los bancos... Por ahora! .
Las instituciones bancarias, llenas de telarañas ante la enfermedad terminal del bolívar, parecen estar reinventandose y a pesar de la ausencia de una clara legislacion, anuncian que aceptarán "dólares en custodia" que hasta estos momentos, engordan los colchones de los comerciantes.
Mientras, las políticas de "fronteras abiertas" del gobierno que se hace el desentendido en el cobro de impuestos de importación, propagan los famosos "bodegones", establecimientos llenos de delicateses importadas de todas las variedades imaginables, por lo que los anaqueles, otrora vacíos, lucen pletóricos de felicidad.
Así parece estrar terminando, al menos en el aspecto económico, la triste historia del socialismo del siglo XXI: no fueron los movimientos de Guaidó, ni los sables militares. No fue la presión internacional ni la implosion interna. Fue la economía, estúpido!, (como dijo James Carville assessor de Bill Clinton) quien impuso mansamente como panacea al malvado dólar, hasta hace pocoe el chico malo de la película.
La historia de la economía venezolana será materia de estudio en las universidades mundiales por muchas generaciones.
Quién lo hubiera dicho..!
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