(Carta dirigida a todas las Esperanzas de Venezuela) Estimada Esperanza: Cuando ingresaste a la empresa supe con agrado que eras chavista y creo que te lo hice saber. En esos momentos Venezuela estaba dividida políticamente en dos toletes iguales y a mí me resultaba insólito que toda nuestra gente se manifestara opositora. Eso parecía una anomalía que chocaba contra nuestros valores de inclusión, amplitud y tolerancia. Unos años después el panorama ha cambiado y aunque sigues apegada a tus principios (que siempre hemos respetado), el chavismo se ha venido a menos y representa, a lo sumo, un veinte por ciento de la población. En su temor de perder el poder (hecho rutinario en cualquier democracia moderna), Maduro se ha convertido en un innegable autócrata que ahora rechaza “la mejor constitución del mundo” pues le obliga a hacer elecciones libres. En su atrincheramiento, ha sacado de la manga la idea de una muy peculiar asamblea constituyente, para lo cual ha convocado u...
Impresiones de un madrigal