Ir al contenido principal

El Sapo en la Olla

Después de diecisiete años de una impresionante involución como país, el pueblo venezolano se encuentra enfrentado a una de las prácticas más maquiavélicas de la política absolutista. La táctica del sapo en la olla.

Una vieja fábula nos habla que si metemos un sapo en una olla llena con agua fría y la llevamos al fuego, el sapo se irá paulatinamente acostumbrando a los cambios de temperatura en un sueño soporífero que le impedirá detectar el final inevitable. Al hervir el agua ya le resultará imposible saltar de la mortífera trampa.

Debemos recordar que ya, antes de las elecciones legislativas de Diciembre 2015, los distintos poderes que comandan la revolución bolivariana intentaron tácticas un tanto ingenuas para desmoralizar a la oposición con jugarretas como la inhabilitación de candidatos a diputados, la creación de centros electorales “solo para chavistas”, la incursión en el tarjetón electoral de tarjetas “caza bobos”, o la intervención del TSJ a partidos políticos de la oposición.

La contundencia de los resultados de dichas elecciones demostró a los malévolos personajes que nos gobiernan, la inviabilidad de las fechorías de poca monta. Me imagino a un iracundo Jorge Rodriguez o a un desorbitado Diosdado Cabello en un inmediato conciliábulo con los verdaderos expertos en la manipulación de voluntades: los jerarcas cubanos y sus asesores de G2.

No, mi sangre! ¡Ustedes no pueden meter la pata otra vez con el cuentico de las elecciones!..

Ajá!... y como hacemos si está en la constitución?

…Las retrasan hasta que las cuentas den y si no, las hacen con un solo candidato: ustedes mismos!

Ustedes están chiflados: ¿Cómo hacemos eso sin que el país se nos incendie?

Muy fácil, mi hermano!, con la táctica del sapo en la olla!

Después de un año de cocinar lenta y magistralmente a un país adormecido, los malos de la fábula están a punto de lograr que el sapo no logre saltar nunca más.


¿Será realmente el fin?

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Palacio Barbarito

Eran los tiempos en que Ricardo Montilla, gobernador de Apure, terminaba de construir el monumento al Negro Primero en San Fernando y mi padre, infructuosamente trató de retratarme con Rómulo Gallegos. Recuerdo al maestro anciano, sentado con un bastón en la mano en uno de los bancos del cursi conjunto escultórico, viendo de reojo y con melancólica piedad los caimanes que sostienen el enorme tazón que hace de fuente.  Gallegos había llegado a San Fernando por primera vez en 1927, unos cuarenta años atrás, en el Ford T de José Felix Barbarito y acompañado del mismísimo Don Ricardo. Es muy posible que hayan sido huéspedes del Palacio, el cual contaba ya con unos doce años de construido. El escritor venía dispuesto a escribir una novela sobre el llano. Los Barbarito lo trasladaron al Hato la Candelaria, de su propiedad, cercano a Cunaviche. Allí, dónde el horizonte abarca mas de trescientos sesenta grados, Gallegos parió a Doña Bárbara, o al menos la engendró. “ Llanura venezolana...

Trump

  En estos momentos existe una probabilidad cierta de que Donald Trump vuelva a ser presidente de los Estados Unidos. La fuerza electoral de Trump no está en las grandes urbes, ni en las universidades, mucho menos en la comunidad científica o intelectual. Su fuerza se focaliza principalmente en esa extensa América rural, principalmente blanca, religiosa, amante de las armas y de bajo nivel educativo, que siempre ha endilgado su rezago económico a factores externos como la inmigración y la globalización. Es ése un fenómeno típico del mercadeo populista y lo vimos claramente en Venezuela cuando en el año 1998, un encantador de serpientes supo vender la tesis que los males económicos y sociales del país eran culpa de los empresarios ricos y de sus socios, los malvados gringos. Trump vende la oferta de un líder fuerte, antisistema y ultranacionalista. Ya demostró con creces que no cree en las instituciones democráticas, cuando en enero de 2021 incentivó el asalto al Capitolio como medi...

La difícil relación Dios con Venezuela

Ante todo, pido a los creyentes indulgencia ante este improvisado ensayo. Saben? en estos tiempos de indignación el oficio de la escritura es, para quien escribe, una especie de catarsis. No pretendo entonces inocular opiniones, sino expresarlas.  Lo primero que debo decir es que siempre me ha parecido un misterio el proceso epistemologico mediante el cual, las personas creyentes en los procesos sobrenaturales dan gracias a los dioses por los favores recibidos cuando éstos son favorables, pero atribuyen a fenómenos mundanos o a nuestros pecados, las desgracias cuando ocurren.  Porque si los dioses, como en el caso del Dios bíblico, son todopoderosos, no es explicable (al menos para mí limitado entendimiento) por que ellos actúan tan aleatoria e injustamente, permitiendo, en la mayoría de los casos, tanto dolor y sufrimiento.  El Caso Venezuela es un buen ejemplo de lo que intento expresar.  Hace poco escuchaba a un reconocido periodista terminar desde Miami su report...