Querido Augusto: Un día como hoy, hace dieciocho años andaba yo todo nervioso por los pasillos de la Clínica Avila. Los periódicos de ese día reseñaban la primera visita de un Papa a la Cuba de Fidel, mientras en Venezuela, todo parecía que las elecciones presidenciales de diciembre serían ganadas por Irene Saez, antigua alcaldesa de Chacao, aunque un teniente coronel golpista comenzaba a repuntar violentamente en las encuestas. Tu no terminabas de salir del vientre de tu madre, quien acusaba algo de disminución del líquido amniótico, por lo que el Dr. Lerner, el obstetra, recomendaba practicar una cesárea; operación que yo presencié hasta que casi me desmayo cuando del vientre salió una masa sanguinolenta que envolvía un cuerpecito oscuro, casi morado (tenías mucho líquido en tus pulmones). Yo entonces pensé que serías morenito. Empezamos a dialogar “person to person” aquel día, en que en un carrito de compras en un Walmart de Misissipi (íbamos con tu mamá de viaje a ...
Impresiones de un madrigal