Los medios registran el reciente caso de un pastor evangélico en Kentucky, quien en un rito en su iglesia con una serpiente venenosa, fue mordido por ella pero se negó a recibir asistencia médica aduciendo que se sometía al saneamiento divino. Por supuesto el buen hombre falleció a las pocas horas. Realmente, más que el veneno de la víbora, a nuestro personaje lo mató su modelo del mundo. La toma de decisiones es un proceso continuo que nos puede conducir al Paraíso o al Infierno, según sea la información que dispongamos en un cierto momento. Y ese cúmulo de información está condicionado fundamentalmente por el modelo del mundo que nos rodea. Entre más amplio, tolerante y vasto sea nuestro archivo de información, mayor probabilidad tenemos de contar con un modelo de la vida acertado, dentro de lo posible. De cualquier manera, la experiencia y la historia demuestra que las mejores decisiones son tomadas por la gente informada y sin criterios dogmáticos, capaz de analiz...
Impresiones de un madrigal