Venezuela 2025, la normal anormalidad

Todo es excesivamente normal en esta Venezuela de mediados de 2025.

El régimen, cual perro que con sus patas traseras ha echado tierrita a la enorme plasta que quedó luego del putrefacto fraude del 28 de julio de 2024, parece haber concluido su tarea. 

La oposición aplastada y desarticulada por la represión y el miedo; o por el miedo, que es padre de la represión. 

Ni en tiempos del gomecismo, la prensa estuvo tan amordazada. Nadie se atrevería a preguntar por el destino de algún prisionero político. Son tantos que sus nombres se diluyen en el sopor del hastío.

En la calle, la mitad de los pequeños establecimientos comerciales apenas subsisten, castigados por el bajo poder adquisitivo y las continuas extorsiones de los organismos impositivos que, como en las épocas feudales, expolian a los más débiles para que los señores puedan conservar sus privilegios. Pero ha nacido con fuerza un universo paralelo, digno de "Las Mil y una noches". El de las nuevas cadenas de supermercados, restaurantes y tiendas por departamento de los "enchufados", amigotes del régimen, que con sus privilegios, confieren al ambiente vintage de nuestras ciudades un aire renovado de modernidad, de emulación primermundista.

Ese intento por limpiar la mierda esta complementado con el barniz de una costosa campaña de maquillaje, pintura y jardinería de los espacios comunes. El visitante que regresa después de algún tiempo, se asombra de "lo lindo que está todo" y de lo seguro en que se han convertido nuestras areas urbanas.

¿Es esta consolidación aparente del autoritarismo en Venezuela una emulación del nacionalsocialismo alemán de los años 30, o de la dictadura rusa de Putin?

Nos parecernos a Cuba o Corea del Norte?

Que es Venezuela en estos momentos?

La actual autocracia venezolana se despojó hace tiempo de su barniz socialista. La diferencia de clases nunca estuvo tan acentuada y nuestra economía se caracteriza por un salvajismo neoliberal que ha desdibujado el concepto de nación para convertirnos en un montón de gente tratando de sobrevivir. 

Pero a diferencia de Corea del Norte, de la Rusia de Putin o de la Alemania de Hitler, el 80% de rechazo al régimen se mantiene intacto a pesar del terror y el adoctrinamiento.  

Eso lo saben ellos, pero nosotros también.